Escrito por Andrew Korybko via OneWorld

Observadores objetivos pueden dar cuenta que la política rusa de “seguridad democrática” es genuinamente mucho más democrática, pacífica y exitosa que la exportación militante de “democracia” armada de Estados Unidos.
El secretario general de la OTSC, Stanislav Zas, concedió una entrevista exclusiva a Sputnik en la que aclaró la misión de mantenimiento de la paz de su bloque en Kazajistán. Según el funcionario, se acordó para salvaguardar la seguridad, la estabilidad, la integridad territorial y la soberanía de ese país aliado. El número de tropas que se enviarán es de unos 2,500. Están autorizados a utilizar la fuerza letal si es necesario en el desempeño de sus tareas de vigilancia de instalaciones estratégicas (incluidos los edificios gubernamentales) y a prestar asistencia en el mantenimiento del orden público.
Sin embargo, las fuerzas de paz de la OTSC no dispersarán las protestas, a diferencia de lo que han afirmado algunas noticias falsas. Se espera que el despliegue sea breve y termine cuando las autoridades del país anfitrión consideren que la situación se ha estabilizado de forma sostenible. El Secretario General también dijo que la situación ya está mejorando, lo que cree que se debe en parte a la decisiva intervención de su bloque. Esto fue lo esencial de lo que reveló durante la entrevista, que ayuda a los observadores a comprender mejor los diversos aspectos de la misión de mantenimiento de la paz de la OTSC en Kazajstán.
De ello se deduce que el bloque se está comportando exactamente como se pretendía desde su creación. Esta es su primera intervención, pero sus miembros se han entrenado regularmente durante décadas para poder finalmente poner en práctica sus habilidades durante una crisis real. Es importante que la OTSC no disperse las protestas, ya que esto podría alimentar la narrativa de noticias falsas de los medios de comunicación occidentales dirigidos por Estados Unidos de que se trata de una “ocupación” dirigida por Rusia contra “manifestantes pacíficos pro-democracia”. Proteger las instalaciones estratégicas y ayudar a las autoridades de otras maneras es mucho más pragmático en todos los aspectos.
La misión kazaja de mantenimiento de la paz de la OTSC contrasta claramente con la de la OTAN. Las operaciones de este último bloque dirigido por Estados Unidos incluyen sus ocupaciones de Afganistán, Irak y la provincia autónoma serbia de Kosovo y Metohija. A diferencia de la operación dirigida por Rusia en Kazajstán, las estadounidenses tuvieron lugar en países que Washington destruyó y posteriormente ocupó tras instalar allí regímenes títeres. Esto es lo contrario de lo que hace Rusia. Rusia no atacó Kazajistán, no lo está ocupando, fue invitada por su gobierno legítimo y está llevando a cabo un “refuerzo del régimen” en lugar de un cambio de régimen.
Teniendo esto en cuenta, se puede decir que Rusia está practicando una política de “seguridad democrática“, que se refiere a tácticas y estrategias de contraguerra híbrida destinadas a reforzar los modelos nacionales de democracia. En este caso, la política de “seguridad democrática” de Rusia se está aplicando en Kazajstán a petición de los dirigentes de ese país, reconocidos internacionalmente, y en colaboración con sus compañeros aliados de la OTSC. Se está llevando a cabo de forma cinética mediante el despliegue de fuerzas de paz del bloque, pero otros aspectos de este concepto se refieren a las dimensiones económicas, informativas, políticas y de seguridad.
Sin embargo, Estados Unidos lleva a cabo una política muy violenta de supuesta “promoción de la democracia”, que en realidad nunca acaba promoviendo una democracia genuina, sino que convierte este nebuloso concepto en un instrumento de destrucción masiva para avanzar en su agenda geoestratégica. Un rápido vistazo a Afganistán, Irak y la provincia autónoma serbia de Kosovo y Metohija lo confirma sin lugar a dudas. Por lo tanto, los observadores objetivos pueden ver que la política rusa de “seguridad democrática” es mucho más genuinamente democrática, pacífica y exitosa que la exportación militante de “democracia” armada de Estados Unidos.