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No hay quien pare un ajuste de cuentas por la recesión


Escrito por Charles Hugh Smith OfTwoMinds

Si sólo hubiera un factor causal que empujara a la economía a la recesión, podría ser una recesión leve y breve. Pero con la confluencia de las cinco condiciones, esta recesión será diferente a cualquier otra.

Las recesiones surgen de forma fiable por la confluencia de estas condiciones. Obsérvese que cualquier condición puede desencadenar una recesión, pero ninguna garantiza una recesión. Las recesiones graves y duraderas se producen cuando se dan varias condiciones al mismo tiempo.

1. El ciclo económico. El ciclo económico refleja la interacción de la naturaleza humana con las finanzas: cuando el crédito se relaja, la gente pide más préstamos para gastar e invertir, lo que genera un ciclo virtuoso de expansión que se refuerza a sí mismo.

Los beneficios aumentan, la especulación se ve recompensada y las vibraciones positivas se convierten en una confianza eufórica en la expansión futura. Las empresas hacen pedidos excesivos para mantener los inventarios, contratan más personal para ampliar la producción y salen de compras, comprando otras empresas mediante la emisión de más acciones o el endeudamiento a través del mercado de bonos.

En esta confluencia de codicia y euforia, la gente se endeuda en exceso y pone el dinero en inversiones marginales y especulaciones que se desbaratan. Los impagos aumentan, el crédito se endurece, el ánimo se deteriora y los beneficios se desploman. Las especulaciones se desploman, los despidos aumentan el desempleo, los consumidores se endeudan y las empresas liquidan el exceso de existencias.

Se trata de una recesión de ciclo económico convencional: los excesos se eliminan y la madera muerta se consume con las amortizaciones y los impagos. Se trata de un proceso saludable que es necesario para sentar las bases del siguiente ciclo de expansión.

2. Los altos precios de la energía. El aumento de los costes de la energía no desencadena necesariamente recesiones, pero puede empujar a una economía excesivamente apalancada a la recesión. La dinámica básica es sencilla: los costes de la energía pueden aumentar bruscamente, mientras que los salarios suben con el tiempo. Como los consumidores pagan más por la energía, tienen menos para gastar en otros bienes y servicios. El gasto discrecional disminuye, lo que desencadena una desaceleración que frena los préstamos, la especulación y el estado de ánimo general. El ciclo virtuoso se invierte y la desaceleración se auto-refuerza.

3. Presiones inflacionistas distintas de la energía. Los estímulos de los bancos centrales (que abren las compuertas del crédito a bajo coste) y los estímulos federales (dinero gratis) tienden a generar presiones inflacionistas, ya que una avalancha de dinero nuevo persigue la oferta existente de bienes y servicios.

Los salarios que han quedado rezagados con respecto a las ganancias especulativas y los beneficios de las empresas pueden finalmente empezar a ponerse al día, empujando los costes al alza. Los monopolios y los cárteles tienden a subir los precios independientemente de otras condiciones, por ejemplo, la asistencia sanitaria, la educación superior, las tasas e impuestos de los gobiernos locales, etc.

4. Especulación excesiva financiada por la deuda. La holgura del crédito tiende a invitar a una especulación excesiva que alimenta un efecto riqueza, ya que las ganancias especulativas nos hacen sentir que podemos gastar más ahora que somos más ricos. Pero los excesos especulativos se revierten inevitablemente y las pérdidas generan un efecto riqueza inverso, frenando tanto la especulación como el gasto.

5. Cambios seculares en la economía. Hay muchas fuentes potenciales de cambios seculares que se desarrollan durante años o incluso décadas. Algunos ejemplos son: la nueva competencia mundial (años 70); las devaluaciones monetarias; los costes de limpieza de décadas de contaminación (años 70); la financiarización (años 80 hasta la actualidad), los cambios geopolíticos en las alianzas, el desorden social, la demografía (envejecimiento de la mano de obra, jubilación masiva) y los cambios en la distribución de la renta y el poder del trabajo y el capital.

¿Se da alguna de estas condiciones en la economía actual? Fin del ciclo económico, comprobado. Altos costes de la energía, comprobado. Otras presiones inflacionistas, comprobado. Desenlace de la especulación excesiva, comprobado. Cambios seculares en el panorama geopolítico, las divisas, la demografía y el trabajo/capital, comprobado.

Sólo para decir lo obvio: dado que el estímulo generó la inflación que pesa sobre la economía, el estímulo no puede utilizarse para evitar una recesión del ciclo económico. El péndulo ha oscilado hacia los extremos y el banquete de consecuencias se ha establecido. No hay superhéroes de Hollywood que puedan aplazar el ajuste de cuentas de la recesión, que debería haberse producido hace tiempo.

Si sólo hubiera un factor causal que empujara a la economía a la recesión, podría ser una recesión leve y breve. Pero con la confluencia de las cinco condiciones, esta recesión será diferente a cualquier otra.

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