Escrito por Andrew Korybko via OneWorld
La Guerra Híbrida en Kazajstán está en curso, y es muy fluida, por lo tanto todo podría cambiar inesperadamente, pero el propósito del presente análisis es demostrar que los últimos acontecimientos son, en efecto, un intento de golpe de Estado de Guerra Híbrida por parte de terroristas antiestatales, incluso si aun no está claro en este momento exactamente a qué redes están asociados.
Lo que en un principio eran protestas apolíticas pero no autorizadas (por tanto, ilegales) en Kazajstán contra la supresión de las subvenciones a los carburantes prevista por el gobierno, que hizo que los precios se duplicaran en el plazo de unos días, se ha convertido en un intento de golpe de Estado de la Guerra Híbrida. Esto es indiscutible después de que los manifestantes originales obtuvieran todo lo que querían y más, una vez que el gobierno dimitió, el presidente Tokayaev les culpó a ellos y a las empresas energéticas de la aplicación chapucera de las reformas, y reimplantó temporalmente los controles de precios de los combustibles y otros productos sociales, pero las protestas continuaron.
De hecho, incluso se volvieron violentos una vez que enjambres de individuos tomaron algunos edificios gubernamentales, desarmaron y detuvieron a miembros de las fuerzas de seguridad, al parecer asaltaron al menos una tienda de armas pequeñas, así expusiendose como típicos revolucionarios de color. Esto significa que los que participan en estas actividades ilegales están impulsados por motivaciones antiestatales para llevar a cabo un golpe de estado en Kazajstán a través de medios terroristas que se asemejan ominosamente a los infames utilizados de forma inolvidable durante la oleada de terrorismo urbano conocida popularmente como “EuroMaidan” y más recientemente en Bielorrusia.
También merece la pena mencionar que el oligarca fugitivo Mukhtar Ablyazov, que se encuentra actualmente en Francia tras recibir “asilo político” en ese país, ya había convocado más protestas, según un informe de Radio Free Europe/Radio Liberty, financiada por el gobierno estadounidense. Esto sugiere que su red de influencia podría estar detrás de la actual oleada de terrorismo antiestatal, teniendo en cuenta sus motivaciones interesadas en derrocar al gobierno para posteriormente hacerse con el poder allí. Su prohibida “Opción Democrática de Kazajistán” quiere transformar la república presidencialista del país en una república parlamentaria.
Los últimos informes procedentes de Kazajstán sugieren que un apagón de Internet en todo el país precedió a la promesa del presidente Tokayev de permanecer en la capital y a su promesa de una respuesta “dura” a los alborotadores. También dijo que había asumido el control del Consejo de Seguridad Nacional. Al liderar desde el frente, el Presidente Tokayev está mostrando fortaleza ante esta crisis nacional sin precedentes. Sabe que los terroristas antiestatales no representan la voluntad de la mayoría y que la mayoría de los kazajos están muy asustados por lo que está ocurriendo. Es probable que los servicios de seguridad intenten recuperar el control total de la crisis para esta noche.
Mientras tanto, es importante estar al tanto de las próximas fases probables de la actual guerra híbrida contra Kazajstán. Antes de describirlas, hay que tener en cuenta que el gobierno de Estados Unidos no tiene el monopolio de estas tácticas y estrategias, por lo que podría no dirigir los acontecimientos en este caso concreto.
Estas tecnologías políticas han proliferado hasta el punto de que prácticamente cualquier grupo de interés puede emplearlas, especialmente los oligarcas fugitivos como Ablyazov. Eso no significa automáticamente que lo esté haciendo a instancias de Estados Unidos, aunque éste intente aprovecharse de ello más adelante.
Una vez aclarado esto, la escalada más inmediata que puede predecirse, aparte de las potenciales cinéticas en la calle en ese país bloqueado por Internet, es la informativa, en particular con respecto a la promulgación de noticias falsas sobre los últimos acontecimientos. Es probable que el apagón de Internet se impusiera para cortar la capacidad de comunicación de los terroristas antiestatales en la que se basaban para organizar su enjambre de diversos sitios en Almaty y otros lugares. Sea como fuere, los medios de comunicación extranjeros antagonistas y posiblemente también las fuerzas gubernamentales afirmarán probablemente que se trata de “encubrir los crímenes del gobierno”.
Las autoridades kazajas harían bien en filmar todo lo que hacen durante el apagón de Internet para luego difundir las imágenes a los medios de comunicación y confirmar que no son cómplices de los delitos de los que previsiblemente se les acusará. Eso también podría demostrar que los supuestos “manifestantes pacíficos y desarmados a favor de la democracia” (como probablemente serán deliberadamente tergiversados por las fuerzas extranjeras antagonistas) eran en realidad terroristas violentos y armados contra el Estado. Esto es crucial a la hora de corregir las percepciones internacionales sobre esta crisis y la respuesta del Estado.
Sobre el tema de las noticias falsas, ya hay algunas especulaciones descabelladas difundidas por las fuerzas antagónicas de los medios sociales que alegan que Rusia ya ha enviado ayuda de seguridad a Kazajistán, a pesar de que el portavoz presidencial Peskov lo ha negado, y que el Kremlin podría incluso estar considerando la “anexión” de los rincones de ese país habitados mayoritariamente por rusos. Estas falsas informaciones pretenden provocar que las fuerzas ultranacionalistas de ese país ataquen a sus compatriotas de la minoría rusa para catalizar una verdadera crisis de seguridad internacional entre Rusia y Kazajistán.
Otros informes falsos afirman que la élite está huyendo del país, lo que se asemeja a las falsas acusaciones que se hicieron a principios de noviembre de que la élite etíope estaba haciendo lo mismo durante el punto álgido de la propia crisis de la Guerra Híbrida de su país. Estos rumores pretenden provocar la furia de la gente corriente, que podría ser engañada pensando que una supuesta “élite corrupta” está “huyendo del país” con “el dinero del pueblo”, cuya falsa percepción puede animarles a participar en la actual ola de terrorismo urbano, incluso como “escudos humanos” voluntarios para proteger a los alborotadores de la policía.
No se puede saber con certeza, pero algunos países también podrían amenazar pronto con imponer sanciones selectivas contra las autoridades kazajas y los miembros de los servicios de seguridad con el falso pretexto de que son “antidemocráticos” y “violan los derechos humanos” de “manifestantes pacíficos desarmados”. Eso representaría una escalada internacional de esta crisis destinada a legitimar nuevos actos de terrorismo en ese país. No obstante, los gobiernos que hagan cualquier movimiento serio en este sentido estarían destruyendo inmediatamente sus relaciones con Kazajistán, por lo que podrían pensárselo dos veces antes de hacerlo.
La Guerra Híbrida en Kazajstán está en curso, es muy fluida y, por lo tanto, todo podría cambiar de forma inesperada, pero el propósito del presente análisis era demostrar que los últimos acontecimientos son, en efecto, un intento de golpe de Estado de la Guerra Híbrida por parte de terroristas antiestatales, aunque en este momento no esté claro a qué redes están asociados exactamente. Los observadores honestos que deseen sinceramente comprender esta situación en rápida evolución deberían abstenerse de especular imprudentemente sobre ella, especialmente sobre la respuesta de Rusia en el peor de los casos, para no dar involuntariamente a los autores intelectuales combustible para su fuego de guerra de información.
GatoPress 