Escrito por Andrew Korybko via OneWorld

Estas intrigantes observaciones sugieren que es posible que China y Estados Unidos cooperen económicamente a través de estos dos “Nuevos Quads” debido a sus intereses coincidentes en los proyectos emblemáticos de conectividad transregional de estas redes, pero sólo si Washington tiene la voluntad política.
EE.UU. ha establecido este año dos “nuevos cuadriláterales” que son funcionalmente diferentes del original (el “viejo cuadriláteral”), formado por él mismo, Australia, India y Japón.
El primero se anunció a finales de julio junto con Pakistán, Afganistán y Uzbekistán, mientras que el segundo se dio a conocer el mes pasado con India, los EAU e Israel.
En aras de la simplicidad, el primero puede denominarse Quad Asia Central-Asia del Sur (CASA en ingles) y el segundo Quad Asia Occidental-Asia del Sur (WASA en ingles). Estos dos “nuevos cuadriláterales” dicen mucho sobre la evolución de la estrategia euroasiática de Estados Unidos.
Sin embargo, primero es importante decir algunas palabras sobre el “Viejo Cuadriláteral”. Aunque sus miembros afirman no tener intenciones hostiles contra terceros, sus acciones sugieren lo contrario. Se considera que la creciente convergencia militar entre esos cuatro países está impulsada por su deseo compartido de “contener” a China. Así lo demuestran las declaraciones poco amistosas de sus miembros hacia la República Popular, especialmente en lo relativo a las disputas territoriales regionales. Además, su intención de diversificar las cadenas de suministro se ha interpretado como una “desvinculación” tácita de China.
El CASA Quad tiene una finalidad diferente a la del “Old Quad”. Se centra explícitamente en “mejorar la conectividad regional”, según el comunicado de prensa del Departamento de Estado de entonces. Es probable que se trate de una referencia al acuerdo de febrero para construir una vía férrea entre Pakistán, Afganistán y Uzbekistán, que puede denominarse provisionalmente PAKAFUZ por las primeras letras del nombre de cada país participante. Complementa la visión expuesta en la “Estrategia para Asia Central: 2019-2025” de Estados Unidos: Advancing Sovereignty and Economic Prosperity” que fue promulgada en febrero de 2020.
En cuanto al Quad WASA, es menos formal que su homólogo CASA, pero sigue siendo prometedor. Hasta ahora, este marco ha dado lugar a un acuerdo para establecer un foro económico entre sus miembros. Al igual que se cree que la formación del Quad de CASA ha sido influenciada por el PAKAFUZ, también se cree que el Quad de la WASA ha sido influenciado por la propuesta de un Corredor Árabe-Mediterráneo (AMC). El profesor Michaël Tanchum publicó este verano un informe detallado al respecto, titulado “El corredor árabe-mediterráneo de la India: Un cambio de paradigma en la conectividad estratégica con Europa“.
Hasta ahora, puede verse que los Quads CASA y WASA parecen tener como premisa el avance de objetivos de conectividad transregional mutuamente beneficiosos, a diferencia de los militares de suma cero del “Viejo Quad”. Esto sugiere que son mucho más pragmáticos, viables y, por tanto, positivos en cuanto a su propósito final que su predecesor original. Sin embargo, tienen más cosas en común que eso. Los Estados del sur de Asia, Pakistán e India, son los respectivos anclajes de las iniciativas PAKAFUZ y AMC, sobre las que posiblemente se construyan sus pertinentes Quads.
Esto habla de la importancia que EE.UU. concede al sur de Asia en cuanto a su papel fundamental en la promoción de la conectividad transregional. A pesar de que Pakistán e India son rivales, EE.UU. sigue intentando equilibrar sus relaciones entre ellos a pesar de inclinarse mucho más hacia Nueva Delhi que hacia Islamabad. Por muy visionarias que sean estas iniciativas, también comparten retos similares. El PAKAFUZ no podrá construirse mientras Afganistán siga siendo inestable y su gobierno de facto dirigido por los talibanes no sea reconocido. El AMC, por su parte, requiere unas relaciones formales entre Israel y Arabia Saudí que hasta ahora han sido esquivas.
Ahí radica su principal reto, que Estados Unidos aún no ha superado. De hecho, su acercamiento a los talibanes posterior a la retirada puede calificarse de contraproducente en este sentido, teniendo en cuenta la inmensa presión que está ejerciendo sobre el grupo mediante la congelación de los activos de Afganistán con sede en Estados Unidos en un intento de coaccionarles para que hagan concesiones sociopolíticas. El enfoque de Estados Unidos en la delicada cuestión de la intermediación de los lazos formales entre “Israel” y Arabia Saudí es comparativamente más pragmático, pero la Administración Biden no es vista con buenos ojos por ninguno de esos gobiernos y, por tanto, carece de influencia.
Estas deficiencias diplomáticas brindan la oportunidad de que otros países importantes intervengan e intenten ser pioneros en la búsqueda de soluciones a esos obstáculos. Hasta ahora, esto puede verse en los esfuerzos de China por comprometerse de forma pragmática con los talibanes, por ejemplo, aunque todavía no se han realizado acercamientos similares con respecto a la mediación de relaciones formales entre “Israel” y Arabia Saudí. Aun así, ambos resultados beneficiarían no sólo a la República Popular, sino a todos los países, ya que cualquiera de ellos podría utilizar prospectivamente el PAKAFUZ y el AMC siempre que tengan vínculos oficiales con sus estados de tránsito.
Al fin y al cabo, PAKAFUZ es básicamente la expansión hacia el norte del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC), el proyecto insignia de la Iniciativa Cinturón y Ruta (BRI). En cuanto al AMC, este corredor representa una alternativa terrestre al Canal de Suez que complementa la visión de la BRI de diversificar las rutas comerciales entre Oriente y Occidente. Estas intrigantes observaciones sugieren que es posible que China y Estados Unidos cooperen económicamente a través de estos dos “Nuevos Quads” debido a sus intereses coincidentes en los proyectos emblemáticos de conectividad transregional de estas redes, pero sólo si Washington tiene la voluntad política.