
En 2018 estalló un escándalo espacial entre Washington y Moscú, a raíz de la misión conjunta a la Estación Espacial Internacional (ISS).
Se detectó una fuga de aire en una de las cápsulas rusas Soyuz acopladas al laboratorio orbital. Había un pinchazo de 2 milímetros perforado cerca del baño.

Los detalles desvelados indicaban que el agujero fue probablemente realizado por la astronauta de la NASA Serena María Auñón-Chancellor.
- Roscosmos descartó inmediatamente la versión de que los daños en la Soyuz-MS-09 se hubieran producido en tierra. La nave espacial había superado con éxito la prueba en una cámara de vacío antes del lanzamiento. El jefe de Roscosmos, Dmitry Rogozin, declaró que en el compartimento de amenidad se encontraron restos de polvo metálico procedentes de la perforación.
- Según los rastros en la Soyuz, el orificio se realizó tras 7 intentos fallidos. Fue perforado en condiciones de gravedad cero por alguien que no estaba familiarizado con la construcción de la Soyuz. Por lo tanto, la tripulación rusa fue excluida de la lista de sospechosos. El comandante de la tripulación estadounidense Andrew Feustel fue entrenado para cumplir las tareas de un ingeniero antes del vuelo en la nave espacial rusa, Richard Arnold era un segundo ingeniero de vuelo en la Soyuz. Así, Serena se convirtió en el principal sospechoso.
- La agencia de noticias rusa TASS informó, refiriéndose a un alto funcionario de la industria espacial rusa, que Auñón-Chancellor sufría una enfermedad que “podría provocar una crisis psicológica aguda”, que a su vez podría llevarla a intentar acelerar su regreso a la Tierra.
Se supone que cometió el primer sabotaje espacial de la historia.
Sin embargo, en dos años, la investigación no ha conducido a ningún resultado. En 2019, una comisión especial de Roscosmos, que investigaba las razones, consideró la actuación deliberada de los astronautas estadounidenses como una de las versiones.
El 15 de agosto de 2021, Dmitry Rogozin afirmó que Roscosmos no acusó a la astronauta de la NASA Serena Auñón-Chancellor de la perforación del agujero.

Por el momento, no se han desvelado más detalles sobre el accidente, ni se han anunciado oficialmente otras versiones de los hechos.
Las recientes afirmaciones de Rogozin sólo indican que los rusos intentan evitar cualquier conflicto para no perjudicar la cooperación internacional en el espacio, uno de los pocos campos de cooperación que quedan entre Rusia y Estados Unidos.
Los estadounidenses no pueden admitir el fracaso en el sistema de control psicológico y sanitario de sus astronautas, mientras que los rusos no tienen suficiente peso político y recursos informativos para resolver la situación a su favor en el espacio público. Así, Moscú se echa atrás.
Será una tarea difícil demostrar la inocencia de Serena o esconderla bajo la alfombra. El caso fue muy publicitado tanto en Rusia como en EE.UU. La investigación no puede durar eternamente, y los “culpables” serán castigados algún día.
Si los extraterrestres no fueron los que estaban detrás del sabotaje…