Estados Unidos ya está sufriendo las consecuencias de la decisión de la administración Biden de detener la retirada de tropas del Gran Oriente Medio.
El 15 de febrero, 14 cohetes impactaron el perímetro de la base militar estadounidense cercana al aeropuerto internacional de Erbil, 4 de ellos dentro del recinto, 10 de los cuales fueron ataques cercanos. Un contratista privado murió y 5 resultaron heridos. En un hecho poco habitual, también resultó herido un miembro del servicio estadounidense.
El lugar del ataque coincide con la operación turca “Claw Eagle 2”, que tiene como objetivo las presuntas posiciones del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). La mayor parte del norte de Irak estaba en vilo, como resultado.