A pesar de los mejores esfuerzos de Israel, la influencia y la presencia de Irán en Oriente Medio, y en Siria específicamente, se está extendiendo. Se podría culpar de ello al cese de la campaña de “máxima presión” de la administración Biden, pero esa influencia estaba aumentando incluso cuando Donald Trump se sentaba en la Casa Blanca. Actualmente, Irán está fomentando sus intereses y hay poco para disuadirlo realmente.